Cuatro de las máximas autoridades de los establecimientos del Servicio Local Gabriela Mistral coincidieron al reconocer el tremendo paso que la educación pública ha dado durante estos últimos meses. El tener de vuelta en sus colegios a sus respectivas comunidades ha sido bien ponderado por estos directores que, asimismo, proyectan de buena forma el resto del año 2021. 

Alex Álvarez, de la Escuela Poeta Víctor Domingo Silva de San Joaquín; Víctor Manuel Salvo, del Colegio Próceres de Chile de La Granja; Natalia Pacheco, de la Sala Cuna y Jardín Infantil Pequearte de Macul, y Silvana Castillo, directora de la Sala Cuna Mis Primeros Pasitos de la misma comuna fueron enfáticos en exponer sus opiniones a través de esta entrevista.

¿Cuéntenos cómo ha sido el proceso de retorno a clases presenciales en sus recintos educacionales?

Alex Álvarez: “Hasta ahora ha sido todo positivo. Y te cuento: nosotros volvimos en dos etapas, el 4 de agosto y el 6 de septiembre. En la primera lo hicimos con los niños y niñas de primero a cuarto básico que estaban más desconectados. Y ahí estuvo nuestra primera gran decisión, la de volver con los alumnos que presentaran ese problema. Con ellos generamos un trabajo que les permitió reconectarse con la escuela a través de tareas, habilidades y destrezas. Además, piloteamos el plan de retorno respecto de cómo funcionaban las entradas y salidas, los recreos, las salas de clases, qué nivel de convocatoria íbamos a tener, etcétera. Todos estos aspectos los evaluamos en esa primera parte. Luego, en el segundo retorno volvimos con los cursos de quinto a octavo básico separados en dos grupos por el tema del aforo. Respecto del plan de estudio, podemos decir que fue bastante ambicioso: de 8:30 AM a 12:30 PM con tres bloques. Y otro punto fundamental es que hasta hoy nosotros hemos puesto un foco no sólo académico, sino que también socioemocional. En este punto nos hicimos dos preguntas claves: ¿A qué volvemos? Y ¿a qué escuela vamos a volver? Y en torno a esas preguntas hemos girado estas últimas semanas. Ha sido emocionante volver a encontrarse con los estudiantes. Ha sido una experiencia que nos desafía diariamente”.

Víctor Manuel Salvo: “En nuestro establecimiento las clases presenciales se iniciaron en forma gradual y segura en las siguientes fechas: 3 de agosto primero básico; 9 de agosto kínder; 16 de agosto cuarto básico; 30 de agosto de quinto a octavo básico; 1 de septiembre prekínder. Los cursos han tenido distintos horarios para que tanto los ingresos como las salidas se realicen en forma diferida. Los recreos se efectúan en patios sectorizados y los sanitarios se usan de acuerdo con los protocolos establecidos. La presencialidad se realiza de lunes a jueves y el viernes estamos con trabajo online. El promedio de estudiantes que hemos tenido es de catorce por curso. En cuanto a las asignaturas, te puedo contar que Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Inglés, Artes, Música y Educación Física se continúan realizando con clases virtuales. Las de índole presencial, de igual modo, son híbridas. Como actividades iniciales a la presencialidad consideramos varios puntos: primero, que se socializaran los protocolos Covid-19 con el personal del establecimiento, con el Centro de Padres y Apoderados y con los estudiantes; segundo, preparar el colegio para un regreso seguro con los aforos, las señaléticas y la higienización; tercero, que se entregaran los insumos de protección personal para los estudiantes y trabajadores del colegio, y cuarto, que se realizara un refuerzo constante de los protocolos y medidas de higiene. Simultáneamente, estamos desarrollando con los estudiantes talleres de sicomotricidad para prekínder y kínder, Plan “Elige Vivir Sano” para niños y niñas entre tercero y octavo básico, fútbol, balonmano, recreo entretenido y uno online de folklore. Además, contamos con el programa Acciona del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que realiza los talleres de teatro para alumnos de cuarto básico y de malabarismo para los de sexto”.

Natalia Pacheco: “Parto por contarte algunos detalles del retorno: ya es el quinto que experimentamos y ha sido el más extenso, de casi dos meses con los niños y niñas en clases presenciales. Tenemos un alto porcentaje de familias que han preferido la presencialidad y eso a nosotras como educadoras y equipo pedagógico nos encanta porque en la educación parvularia el trabajo con los niños es concreto, se desarrolla a través de los juegos, de las actividades. Todo el aprendizaje que vamos potenciando se genera a través de ello. Entonces, la presencialidad es nuestro motor. De hecho, hemos ido aumentando el aforo paulatinamente y además los equipos educativos están activos y presentes en un cien por ciento. Tenemos en el nivel Sala Cuna Menor un aforo de 14 pequeños, lo mismo que en el Mayor. Los niveles medios, tienen 16 niños y estamos trabajando por grupos. Estas medidas nos han permitido que las familias se hayan adaptado y eso se entiende también por el contexto que hemos atravesado y también para la seguridad y tranquilidad del equipo pedagógico que hoy está acá de manera presencial. Otro de los aspectos en que nos ha favorecido el retorno es que Pequearte siempre se ha caracterizado por tener un trabajo muy afiatado y de confianza con nuestras familias. Esto hace que ellas crean en nuestros protocolos y plan de retorno, mismo que ha tenido varias actualizaciones, siempre pensando en lo mismo: en entregar esa confianza y tranquilidad que mencioné antes. Por otro lado, las familias tienen mucho cariño por este jardín y lo demostraron el tiempo que estuvimos online. En ese momento se fortaleció mucho el vínculo de familia y el rol de ellas como agentes educativos y eso para nosotras es un trabajo que reconocemos mucho”.

Silvana Castillo: “Desde que ha existido la posibilidad de aperturar la Sala Cuna (acorde a las fases del Plan Paso a Paso), hemos realizado el retorno de manera segura y paulatina, contando con un protocolo estructurado y socializado con la comunidad educativa. Nuestra Sala Cuna cuenta sólo con un nivel de atención (Sala Cuna Mayor), y ya desde agosto se fueron integrando de manera definitiva los niños y niñas, siendo atendidos en subgrupos día por medio con una jornada reducida de 9:00 a 13:00 horas. Estando en Fase 4, gradualmente decidimos dar por finalizado el trabajo remoto y ya desde el 3 de septiembre nuestros niños y niñas tienen las puertas abiertas para asistir todos los días. Cabe señalar que, además, desde el miércoles 22 de septiembre, además de tener la posibilidad de asistir diariamente, se ha realizado una extensión del horario de atención, hasta las 15:15 horas, lo que ha significado una excelente noticia para nuestras familias y sus necesidades laborales y también las de aprendizaje de sus hijos e hijas. Hasta ahora hemos cumplido a cabalidad con el tema de los resguardos sanitarios. El personal constantemente está reforzando la temática y las familias manejan el protocolo de las medidas que respaldan nuestro actuar. Asimismo, fuimos la primera Sala Cuna en adquirir el Sello Covid-19 de la Mutual de Seguridad, lo cual fortalece la confianza, demuestra nuestro compromiso ante la emergencia sanitaria y afianza la seguridad para que las familias decidan enviar a sus pequeños y pequeñas”.

¿Cuál es su balance de estos meses que llevamos de clases presenciales? 

Alex Álvarez: “Ha sido totalmente favorable, tal como lo dije anteriormente. De hecho, todos hemos valorado, especialmente las familias, el que la escuela haya estado siempre abierta. Reconocen el trabajo de los profesores, de los asistentes, de todos en general. Agradecen, por supuesto, la disposición que hemos tenido como unidad de asumir juntos este desafío llamado pandemia. Y también valoran mucho el que no sólo nos hayamos centrado en lo académico. Le atribuyen un gran valor al hincapié que hemos puesto en lo socioemocional. No está de más señalar que también contamos con todas las medidas sanitarias necesarias en el colegio. Dentro de todas las fases de apertura y retorno, hemos estado al día con todos los protocolos de seguridad y sanidad que tienen que existir y gracias a eso afortunadamente nunca hemos tenido problemas con el Covid-19”. 

Víctor Manuel Salvo: “Es totalmente positivo. De hecho, hasta hemos podido observar que el retorno ha incrementado la voluntad de asistir a clases por parte de los estudiantes. Digamos que también ha favorecido el contacto y la socialización de los alumnos con sus pares y profesores, además de que han podido vivenciar y disfrutar de los nuevos espacios que se mejoraron para ellos. Por otro lado, hemos tenido una acogida muy favorable por parte de los apoderados, quienes también evalúan favorablemente el regreso. En relación con los aprendizajes se ha logrado establecer un mayor vínculo pedagógico de los estudiantes con sus docentes, con lo cual se ha beneficiado el proceso de aprendizaje de los niños y niñas”. 

Natalia Pacheco: “Yo lo iniciaría, antes que todo, con la aprobación hacia el equipo educativo, que ha estado muy comprometido, con un alto amor por la labor educativa en la primera infancia. Es un grupo creativo, innovador y ha generado distintas estrategias para llegar a los niños y niñas. Estas tácticas siento que hoy las hemos fortalecido con la presencia y participación de las familias, porque ya tenemos mucha confianza entre nosotras. Así que el balance general nos permite ser muy positivas y pensar en que la presencialidad ha sido la base para poder potenciar distintos objetivos de aprendizaje. Y el desafío tiene que ver con seguir trabajando y estando presente con los niños y niñas y seguir acompañándolos desde lo emocional, también a sus familias y a nosotras mismas como equipo. Eso es absolutamente relevante hoy en día: el poder fortalecer el aspecto socioemocional que todos los grupos tienen”.

Silvana Castillo: “El balance se puede describir como sumamente positivo. Ha sido un retorno tranquilo, ordenado, personalizado y con familias comprometidas. De parte de la comunidad no ha habido necesidad de realizar modificación de medidas, lo que nos da la certeza de que todo marcha bien y acorde a los requerimientos”.