El Año Nuevo Mapuche tuvo una especial importancia este año 2021. Por primera vez se concedió un día feriado denominado Día de los Pueblos Originarios. En el marco de esta ancestral celebración araucana, que festeja la llegada del solsticio de invierno, y que también constituye una instancia de agradecimiento por parte del pueblo mapuche hacia la naturaleza y todas las cosas positivas que puede traer este nuevo ciclo que comienza, los Jardines Infantiles Interculturales Iluña Poreko Tañi Mapu y Antawara Enua Quimey de Macul desarrollaron diversas actividades representativas de esta raza nativa de Chile.

En el Iluña Poreko Tañi Mapu, que en mapudungun significa Semilla que Fecunda Nuestra Tierra, el equipo educativo festejó con la realización de una ceremonia mapuche. Además, las educadoras del recinto compartieron con las familias de sus niños una serie de cápsulas didácticas que buscaban apoyar el aprendizaje.

La directora del establecimiento, Jessica Zepeda, se mostró entusiasmada y orgullosa con estas actividades. “Son un espacio importante para nosotros, porque nos ayudan a revitalizar la lengua y cultura indígena de cualquiera de nuestros pueblos originarios: rapanui, aimara, mapuche, etc. Lo hacemos para que nuestros niños reconozcan mucho más nuestra historia y valores. Y esto lo logramos trabajando con cosas concretas como plantar, cosechar y comer ciertas cosas de nuestro propio huerto. Así, además, los niños aprendan a respetar la naturaleza. Toda esta filosofía genera un respeto inmenso en nuestro Jardín, tanto así que las familias nos buscan por la forma de trabajo que tenemos. Esto lo reflejamos, entre otras cosas, en que en nuestro establecimiento los niños no pelean. Acá abunda la armonía, y los niños la absorben y disfrutan”, comentó.

La participación de la Papay (persona de edad con conocimiento) Luisa Quechupan Ancamilla, quien cumple la función de Educadora de Lengua Cultural Indígena (ELCI) en este Jardín, fue clave para alcanzar mayor espiritualidad y profundidad cultural en este Año Nuevo Mapuche. “El Wiñol Tripantu para mí tiene gran importancia. Los mapuches celebramos esta fecha al igual que todos los otros pueblos originarios del hemisferio sur. Y además educamos a los niños y jóvenes para que aprendan la importancia que tiene esta festividad, que es agradecer por la vida y por las cosas buenas que nos da la naturaleza. En nuestra cosmovisión, no somos superiores a los animales ni a los árboles, por ejemplo, somos iguales a ellos y, con mucho respeto, aprendemos a convivir con esta filosofía” explicó la oriunda de Panguipulli, Región de Los Ríos.

Entre tanto, en el Antawara Enua Quimey (Flor del Amanecer de la Tierra Hermosa) conmemoraron la llegada del invierno con un taller en el que participó el equipo educativo del Jardín: cantaron, tocaron instrumentos mapuches y homenajearon a la naturaleza. María Esther Martínez, su directora, señaló: “Estamos orgullosos de pertenecer a la comunidad mapuche. El Wiñol Tripantu es una renovación de las nuevas energías, es un cambio de ciclo importante, porque comienza una nueva vida para nuestra naturaleza y, por ende, para nosotros también. En este Jardín trabajamos arduamente para que las enseñanzas, costumbres y valores no se pierdan. Cantamos, contamos cuentos e historias, todo en mapudungun para que esa lengua no se pierda”.