Agosto no sólo marcó para el Servicio Local de Educación Pública Gabriela Mistral el retorno de cientos de estudiantes a las clases presenciales. Fue también el mes en el que se impulsó una tremenda iniciativa, misma que va de la mano con los protocolos sanitarios al interior de los colegios: nos referimos a la entrega de medidores de CO2. El correcto uso de estos dispositivos velará por el bienestar de los niños, niñas y docentes de los establecimientos y jardines infantiles de todo nuestro territorio. Desde mediados de mes hasta principios de septiembre, el SLEP Gabriela Mistral repartió 49 de estos aparatos, es decir uno en cada recinto educacional de las comunas de La Granja, Macul y San Joaquín.

El medidor de aire sirve, esencialmente, para regular la calidad del dióxido de carbono que existe en el aire, la temperatura del ambiente y la humedad al interior de las salas de clases. Ciertamente, su uso sencillo será un gran aporte a la educación en medio del contexto que atravesamos. 

Carlos Acevedo, profesional de la Subdirección de Vinculación y Gestión Territorial del Servicio Local, y que estuvo a cargo de coordinar las entregas de los dispositivos, explicó la importancia que tiene esta repartición: “El medidor de CO2 llega para sumarse como una medida más de control sanitario para los establecimientos del territorio. Ya habíamos contemplado el distanciamiento, el uso de mascarillas, el lavado de manos, etcétera. Entonces, el medidor de aire se incorpora, principalmente, para aportar tranquilidad a la comunidad escolar y generar la sensación de que estamos haciendo todo lo posible por encontrar las condiciones óptimas para el retorno a clases seguro”.

Respecto de las especificaciones técnicas del dispositivo, el prevencionista de riesgo del SLEP señaló que “el medidor de CO2 sirve para tres cosas: calcular los PPM (partículas por millón) que existe en un espacio determinado. Esto se traduce como la calidad del aire que respiramos y se mide por niveles ascendentes, cada uno con un color distinto, verde, amarillo, naranja y rojo; también sirve para medir la temperatura que existe dentro de un recinto, y finalmente la humedad de un lugar. Con estos tres parámetros funciona el medidor. Y luego vienen todas sus particularidades. Por ejemplo, cuando el aire está en deficiente estado el dispositivo emite una alerta sonora que permite darse cuenta de que estamos con los niveles de PPM sobre lo permitido”.

Los colegios pertenecientes al Servicio Local Gabriela Mistral, al igual que las salas cuna y jardines infantiles, se mostraron particularmente satisfechos con la adquisición del medidor de CO2. Carlos Acevedo así lo expuso: “En todos los establecimientos lo recibieron muy bien. De inmediato traspasaron la información a sus apoderados y comunidad en general a través de sus redes sociales. Todos estaban muy contentos. Y hay que confesar la gran inquietud que tenían los colegios, que era el tema de la ventilación en las salas. El hecho de tener que dejar las ventanas abiertas era un gran tema. Sin embargo, este instrumento llegó a decir ‘no, con un par de ventanas abiertas basta para cumplir con los estándares de ventilación necesarios’. Tener este dispositivo, entonces, ha sido muy importante para los colegios y para toda su gente”. 

Mónica Aravena, directora de la Sala Cuna y Jardín Infantil El Ranchito, de la comuna de Macul, ratificó esta visión de Carlos Acevedo asumiendo una postura de gratitud en la entrega de los medidores y creyendo que ellos son un importante aporte para el bienestar de sus niños y niñas. “La verdad es que los medidores de CO2 nos enseñan a mantener los espacios ventilados, nos hace conscientes de la importancia que tiene este tema de la calidad del aire y la correcta respiración. En un principio, cuando recién recibimos los dispositivos, estos marcaban un nivel de dióxido de carbono muy alto, incluso en espacios amplios con pocos niños, por lo cual tuvimos que abrir prácticamente todas las ventanas para que marcaran un nivel aceptable de CO2. Sin embargo, con el tiempo hemos aprendido a regular esta situación y ahora sólo abrimos un par de ventanas. Los medidores nos han aportado, sin duda, una cultura de ventilación y respiración muy importante ”.

Para entender el procedimiento que se ejecuta en cada colegio a la hora de utilizar los medidores CO2, nuevamente el prevencionista de riesgos del Servicio Local toma la palabra: “El inspector general va sala por sala utilizando el dispositivo y probando la calidad del aire. Lo ideal es que se haga en plena clase, comenzando la jornada, alrededor de las 10 de la mañana. Como estamos aún con un retorno parcial, no son muchas las salas que se utilizan en cada establecimiento, entonces los inspectores de los colegios no tardan demasiado en hacer esta revisión, pero sin duda el propósito es hacerlo con gente adentro, cosa que se pueda realizar una medición real, para luego llevar un registro que también sirva como evidencia para los apoderados, quienes verán es esta ejecución una medida certera para confiar más en sus colegios a la hora de enviar a sus niños y niñas a clases”.

Finalmente, la logística dispuesta por el Servicio Local de Educación Pública Gabriela Mistral fue ambiciosa y al mismo tiempo exitosa. Repartir dispositivos en el cien por ciento de los establecimientos y jardines infantiles del territorio fue algo que requirió, por cierto, de mucha planificación y arresto. “Como son tantos nuestros colegios, tuvimos que organizar muy bien las visitas y optamos por entregar primero el dispositivo a los niños de los cursos más pequeños, porque ellos son más delicados. La verdad es que los directores de estos recintos se mostraron totalmente agradecidos y felices”, expresó Carlos Acevedo.